La Encuesta de Población Activa (EPA) publicada el pasado 27 de abril ha reflejado una caída del paro agrario y un aumento del número de ocupados. Frente al periodo anterior, el desempleo aumentó solo en 300 personas (un 0,14%), por lo que se encuentran en paro 217.800 personas. Respecto a la ocupación, el sector agrario ha sumado 31.000 empleos, lo que supone un aumento del 3,8% (afectando especialmente a las mujeres), y sitúa los ocupados totales en 847.700 personas. No obstante, la tasa de desempleo en el sector se sitúa en el 20,44%, dos puntos por encima de la media de la economía española.
Por comunidades autónomas, el 52% del desempleo agrario se concentra en Andalucía, con 113.100 personas en paro, seguida de Extremadura (19.400 parados) y Castilla La Mancha (17.600).
Según CCOO de Industria, se estima que la evolución positiva del desempleo y el aumento del empleo viene motivado por la plena actividad en la recogida de la aceituna, de la fresa, así como potr los cultivos hortofrutícolas, de invernaderos y subtropicales en la Costa del Sol y el litoral mediterráneo.
Los datos de la EPA sitúan al sector agrario como el primero en crecimiento de las personas ocupadas, tanto en la variación mensual como interanual. Igualmente, en el descenso del desempleo es también donde más bajaron las personas desempleadas en cómputo anual. En los últimos doce meses el paro agrario se redujo en 41.400 personas (15,95%). No obstante, la ocupación son empleos típicos de temporada de recolecciones, donde predomina la contratación eventual y por circunstancias de la producción.
Las buenas cifras de evolución de la ocupación y del desempleo no se corresponden con la calidad de los empleos que se ofertan en el sector agrario. Un sector donde hay una elevada contratación temporal, mediante el encadenamiento de contratos temporales en actividades cíclicas y continuas.