La salud y la sostenibilidad motores de la innovación en alimentación.
La tendencia del consumidor a buscar una alimentación saludable y la necesidad del fabricante de adaptarse a los efectos que provoca el cambio climático para ser sostenible son dos de los vectores que marcan el rumbo de la industria alimentaria a la hora de invertir en innovación.
Ésta es una de las principales conclusiones de la tercera edición de la jornada Alibetopías, celebrada ayer y organizada por la Federación Española de Industrias de la Alimentación y Bebidas (FIAB) como un foro donde debatir sobre el futuro del sector, las nuevas tendencias y la importancia de la innovación.
El director general de FIAB, Mauricio García de Quevedo, defendió el esfuerzo de los fabricantes de alimentos y ha recordado que a través de la plataforma “Food for Life” han promovido desde 2009 más de 700 proyectos de innovación, con una inversión total de 1.500 millones de euros. “La innovación tiene un papel fundamental, y más en alimentación, en la que cada vez con menos recursos tenemos que hacer más cosas”, aseguró García de Quevedo.
En su opinión, la innovación “se observa en todos los ámbitos”, también en la llegada de nuevos productos al supermercado, donde surgen desde alimentos dirigidos específicamente a los deportistas hasta referencias segmentadas en función de la edad.
El director general del Centro para el Desarrollo Tecnológico Industrial (CDTI), Francisco Marín, recalcó durante su intervención que el sector alimentario ha recibido de esta entidad 980 millones de euros en ayudas a la innovación en los últimos cinco años, lo que les convierte en el segundo mayor receptor, sólo superado por el de nuevas tecnologías de la información. “Detrás de la mejora de la calidad de vida, de la reducción del dolor, de la prolongación de la vida y de la salud” se encuentran “iluminados” que apuestan y arriesgan, ha apuntado Marín, quien lamentó que por el momento la I+D+i no se incluya en la agenda social como reivindicación ciudadana, a la misma altura que la educación o la sanidad.
Alertó, además, de la “paradoja” que se da entre el cada vez mayor número de proyectos innovadores y sofisticados en alimentación y un consumidor que parece requerir productos naturales que se hayan “tocado menos”, una visión que en su opinión está ya “sobrepasada”.
A lo largo de la jornada, representantes de empresas, centros de investigación, clústeres regionales y universidades coincidieron en destacar la importancia de la salud para la industria alimentaria y en mejorar los procesos para ser más eficientes y sostenibles, sobre todo en el ámbito medioambiental.
Las oportunidades que genera la nutrición de precisión ante enfermedades como la obesidad o el cáncer, la creciente demanda de zumos y bebidas funcionales en Asia o el aumento de referencias en el sector cervecero para llegar a todo tipo de consumidores han sido objeto de reflexión en las mesas redondas, entre otros temas.
Compañías como Mahou-San Miguel detallaron que los productos “innovadores” lanzados al mercado ya suponen el 5 % de todas sus ventas, mientras que desde Bodegas Torres explicaron que su labor de investigación se centra en cómo responder mejor al cambio climático, estudiando variedades alternativas de uva que resistan mejor el calor y probando a plantar en zonas más altas.
El foro incluyó una exhibición de algunos lanzamientos recientes -desde geles para deportistas hasta toda una nueva gama de ensaladas y platos preparados, pasando por cremas de verduras listas para comer o tortitas de arroz, entre otros- y la entrega a los participantes de un perfume realizado expresamente para el evento.
En la jornada se han entregado, además, los premios Ecotrophelia España, en un acto en el que el director general de la Industria Alimentaria, Fernando Burgaz, ha destacado la importancia de dar crédito a “ideas nuevas” que posteriormente “se pueden ver en los lineales”.
Desde FIAB han incidido en que el de la alimentación es el primer sector industrial de España, con una facturación en 2016 de 96.400 millones de euros (en torno a un 3 % del PIB nacional) y al que pertenecen cerca de 28.000 empresas.
Fuente: EFEAGRO