La agricultura sostenible en riesgo ante la falta de ingenieros agrónomos.
El Colegio Oficial de Ingenieros Agrónomos de Cataluña (COEAC) ha alertado que la carencia de ingenieros agrónomos en España está poniendo en riesgo el avance en concepto de economía sostenible y bioeconomía circular. Y es que cada año finalizan el máster habilitante para ejercer la profesión de ingeniero agrónomo un máximo de 20 estudiantes en todo Cataluña, mientras que COEAC recibe más de 150 ofertas de trabajo, una situación que se puede hacer extensiva al resto del estado.
El mundo está cambiando y la pandemia ha supuesto un empujón hacia delante, hacia una sociedad más concienciada con la ecología y unas políticas que empiezan a poner la sostenibilidad del planeta en el centro de sus decisiones. El cambio climático, las perspectivas de crecimiento de la población y las nuevas tendencias de consumo exigen innovación, investigación, digitalización y el uso de nuevas tecnologías para adecuarse a las necesidades de todas las áreas. Y el ámbito de la agricultura no es menos. Conxita Villar, decana del COEAC, ha afirmado en el acto de graduación de las promociones 2020 y 2021 de la Universitat de Lleida (UdL) que "actualmente es imprescindible trabajar con eficiencia para ofrecer alimentos seguros y de calidad bajo criterios de máxima sostenibilidad".
Y es que los límites de nuestro planeta nos están obligando a gestionar los ecosistemas, la biodiversidad y los recursos naturales con criterios de economía circular, y para lo cual es imprescindible contar con ingenieros agrónomos que trabajen en la investigación y la innovación y conecten la ciencia, la tecnología y la naturaleza para producir alimentos de calidad de manera eficiente y sostenible.
Cómo explica Conxita Villar, "los ingenieros utilizamos para nuestro trabajo las nuevas tecnologías, la digitalización y las redes inteligentes, a través de las cuales obtenemos alimentos mientras preservamos el medio rural. Nuestra formación transversal nos hace versátiles para ocupar diferentes tareas dentro de la cadena agroalimentaria".
Pero a pesar de la enorme importancia de estos profesionales, todavía son pocos los jóvenes que optan para cursar estos estudios, seguramente por falta de conocimiento de la profesión. Por eso, el COEAC está trabajando bajo el lema "la profesión que alimenta el mundo, podemos cambiar el mundo", con el objetivo de dar a conocer las áreas de actuación de esta profesión con tanto recorrido de futuro y en la cual la desocupación no existe.
Según Villar "se trata de una profesión a veces invisible pero esencial para hacer frente a los grandes retos de futuro, y todavía son pocos los jóvenes conscientes de la necesidad de esta figura que sirve de nexo entre la tecnología y el ámbito biológico y territorial".
Un reciente estudio de OBS Business School confirmaba la insostenibilidad de nuestro Sistema Nacional de Salud a causa, en parte, del hecho que un 42% de la población española sufre al menos una enfermedad crónica (este porcentaje aumenta hasta el 70% entre los mayores de 65 años). Este informe destacaba la necesidad de promover hábitos de vida saludables y de prevención de enfermedades para poder reducir la prevalencia de la cronicidad, y esto pasa necesariamente para mantener una alimentación adecuada. Los ingenieros agrónomos son los responsables de la alimentación mundial y del cuidado de nuestro entorno, porque son los mejor formados para llevar los alimentos desde el campo hasta nuestra mesa, coordinando la cadena agroalimentaria desde las explotaciones, la transformación, la construcción de infraestructuras, la logística, la calidad, el impacto ambiental, la gestión del territorio y la distribución hasta nuestra casa, y todo esto buscando el equilibrio territorial y la gestión de suelos y regadíos.
Para difundir este mensaje, el COEAC ha lanzado en su web y redes sociales el video "La ingeniería que alimenta el mundo", que bajo el hashtag #Alimentem el món, hace hincapié en la importancia de esta profesión.
Fuente: Colegio Oficial de Ingenieros Agrónomos de Cataluña